El haber abierto la posibilidad de aceptar los términos que impuso Axel Kicillof en una reunión con su gente ayer a la noche en el sindicato de trabajadores de la ANSES, SECASPI- armado por La Cámpora-, fue más que un síntoma. “Si el gobernador prefiere desdoblar, bueno, vayamos viendo cómo congeniamos el discurso”, dijo. A pesar que insistió en que las elecciones provinciales se realicen de manera concurrente a las nacionales, en la misma fecha, también deslizó que sería conveniente que se suspendieran las PASO en esta oportunidad.
“Pidió unidad y le pasó la pelota a Kicillof”, expuso un intendente que estuvo ahí, aunque vio, como todos, otro tipo de postura, muy diferente a la que también este protagonista escuchó hace una semana atrás en el asado en el que por primera vez Cristina Fernández de Kirchner fue a bancar la postura de su hijo Máximo.
Anoticiado de estas novedades, Kicillof convocó para el mediodía de este viernes, en la gobernación, a los más de cuarenta jefes comunales que comparten su Movimiento Derecho al Futuro para expresarles lo que está pensando en el marco de un acuerdo con la ex presidenta y con Sergio Massa, otro incansable militante de la unidad.
“Es una trampa”, expresó hace días un intendente kicillofista que no cree que puedan sobrevivir todos en un mismo espacio. “Nos van a llevar hasta la raya para después imponer sus condiciones”, dicen los más reacios. Otro, que aún no movió, se sinceró. “Que alguien me explique por qué yo debo decir o adherir al gobernador si no abre su gabinete y se maneja de la misma manera que lo hace Cristina. Por lo menos con ella ganábamos elecciones… Él debe empezar a mostrar que es diferente a lo que pretende reemplazar”, remató.